Buenas! Se que llevo mucho tiempo sin escribir nada, pero la semana pasada fue muy intensa, y he tenido muchas cosas que hacer, así que decidí dejar la nueva entrada para un día que tuviera tiempo; pero la verdad es que no voy a hablar sobre lo que tenía pensado, puesto que en el día de hoy han pasado muchas cosas que han llegado a desesperarme y me tengo que desahogar.
A veces, piensas que el día empieza bien, te levantas tan tranquilo, y según va pasando el día, van sucediendo cosas que acaban con tu paciencia, te hunden y acaban por hacer de ti un alma en pena. Decides pasar de ello porque al fin y al cabo son en principio tonterías sin importancia, pero se van haciendo más difíciles, y ya no puedes más, solo tienes ganas de llorar de la impotencia que en ese momento hace mucho acto de presencia en tu cuerpo, no te encuentras bien ni psicológica ni físicamente. Sabes que no puedes hacer nada para acabar con esos problemas, y por suerte siempre hay personas que están ahí para escucharte y en algunos casos entenderte; otras personas no lo están, y te sorprenden o decepcionan, pero bueno, eso es algo que depende de su voluntad y de su afecto hacia ti.
Realmente no sabes que hacer para salir y acabar con esta situación que te está destrozando, tampoco sabes con quien hablar con toda confianza y que pueda entenderte, porque piensas que estas relativamente solo y que muy pocos están ahí de verdad.
Solo puedes llorar, y llorar.
Con esto se acaba la entrada de hoy, ha sido corta pero he soltado todo lo que tengo dentro, gracias por leerme.
No hay comentarios:
Publicar un comentario