lunes, 22 de septiembre de 2014

Supéralo, supérate.

 Buenas :) Hoy voy a ir directa al grano, y es por qué nos da miedo aceptar y superar las cosas cuando ya no las tenemos. Cuando nuestra vida sufre cambios bruscos inesperados, y que especialmente no nos gustan, se nos hace difícil aceptarlo y aprender a llevarlo bien. 
 Yo creo que superar una mala racha, y volver a salir adelante, es superarte a tí mismo. En esta vida, sea como sea, y en la situación que sea siempre hay alguien que sufre más, y si por razones varias nos toca a nosotros, tenemos que aprender a afrontarlo, ser valientes, dejarlo atrás y seguir con nuestras vidas. 
 Yo soy partidaria de que antes de abandonar cualquier situación, tenemos que luchar hasta el fin, que las cosas no vienen solas y que a veces para tener lo que cada persona merece hay que luchar e ir a por ello, pero luchar a veces implica sufrir, implica tener miedo a lo que venga después; a veces no queremos ver la realidad que tenemos en frente nuestra; y otras muchas veces también por eso mismo sufrimos más. 
 Pero hay que ser valientes, y una vez que el tema está zanjado, tener valor para dejarlo atrás, comenzar algo nuevo, porque después de la tormenta siempre llega la calma, y tarde o temprano tendremos lo que de verdad queremos o nos merecemos. 
 Es muy complicado que en la vida todo salga bien, por mucho que nos duela y nos cueste asumirlo, en algún momento de nuestra vida algo tiene que salir mal, nos tenemos que equivocar y nos tienen que hacer daño para así, hacernos más fuertes, y no volver a cometer los mismos errores. Pero hay que vencer los miedos y sobre todo hay que arriesgarse, arriesgarse a que algo pueda salir mal si corriendo ese riesgo cabe la posibilidad de ganar, y ganar mucho en muchas ocasiones. Que no nos de miedo lo que venga después, pues si somos valientes en esta vida y damos lo que tenemos que dar, siempre habrá algo bueno para nosotros. 
 Y, que muchas veces, los caminos que parecen tan distintos y lejanos el uno del otro, se vuelven a cruzar. 

    See you. 
 

jueves, 11 de septiembre de 2014

¡Stop a controlar los sentimientos!

 Hello! Por desgracia esta es una de las últimas entradas del verano y tristemente sí, empieza de nuevo la rutina, las clases, los madrugones, y sí, igual que tú si vas a empezar las clases o ya lo has hecho, yo también estoy deprimida.
 Lógicamente no voy a hablar de las clases, voy a buscar una respuesta a una pregunta que tanto nos cuesta resolver, y es: ¿Por qué nos cuesta tanto demostrar el cariño a las personas que más queremos?
 Y sí, esto es cierto, ¿Por qué nos cuesta tanto dar cariño a las personas que más queremos, como a nuestros padres; y cuando conocemos a una persona de poco tiempo, les demostramos mucho más por el hecho de que llevan poco tiempo en nuestra vida? 
 Creo que a veces no hay que dar por hecho que aquellas personas ya saben de sobra lo que sentimos hacia ellos, y dejar de demostrarles lo que les queremos simplemente porque convivimos con ellos diariamente. Todos tenemos sentimientos y no nos engañemos, todos necesitamos que de vez en cuando alguien nos diga lo que nos quiere, que nos de un abrazo, y que con un pequeño detalle nos alegren los días más tristes. 
 Por otro lado pienso que los sentimientos es una de las pocas cosas en la vida que no se pueden controlar, y por tanto, si nos apetece abrazar, decir, demostrar, sorprender a cualquier persona en cualquier momento, ¡Hagámoslo!, adelante, no hacemos nada malo diciendo lo que sentimos, desahogándonos.. Nose, me pregunto porque nos cortamos a la hora de dar cariño y no lo hacemos cuando deberíamos callar más, ofendiendo a las personas aunque sea sin querer.
 Siempre digo lo mismo, hay que dejarse llevar; el amor, el cariño y la felicidad es lo mejor que nos podemos transmitir de unas personas a otras, ¿Por qué no lo hacemos más a menudo? Dejemos a un lado los prejuicios, y demos más valor a lo que nos apetece hacer en cada momento y a lo que necesitan las personas que de verdad nos importan.

      See you, Ol.