domingo, 1 de diciembre de 2013

Bienvenido Diciembre

 Por fin tengo un ratito para escribir después de las dos semanas de exámenes que he pasado en las que no he tenido casi ni vida social... Hoy, 1 de Diciembre creo que es el día perfecto para hacer un balance sobre este año lleno de acontecimientos, buenos y malos que han marcado mucho mi vida. 
 El 2013 empezó siendo un año un poco complicado, en el que la suerte no estaba mucho de mi parte, pero a medida que fueron pasando los meses la vida empezó a sonreírme un poquito más, y los días empezaron a ser mejores. 
 Desgraciadamente en mayo, una persona muy importante para mí, se puso muy enferma y aunque tenía una esperanza muy grande de que todo saldría bien, el 23 de Junio, justo el día del cumpleaños de mi madre, nos dejó. La verdad fue una de las cosas más duras que he pasado, y probablemente el día mas triste y difícil de mi vida. El verano pasaba lentamente, y no dejaban de pasar cosas malas, parecía que las desgracias nunca iban a acabarse, pero gracias a todos los que me han ayudado y a todos mis amigos, en los momentos de estar todos juntos podía despejarme de todos los problemas. Tengo la suerte de tener una familia en la que todos estamos muy unidos y gracias a eso hemos podido salir adelante todos juntos, aunque los recuerdos nunca se borrarán. 
 Como todos los años, en septiembre empezó la rutina, y las fiestas del verano y las salidas de noche tuvimos que dejarlas a un lado, pero a pesar de todo, a día de hoy puedo decir que estoy bastante feliz por algunas de las personas que tengo a mi lado, y no arrepentirme de nada de lo que hago es una de las mejores lecciones que he aprendido en este año. Hablando de lecciones, en el 2013 también he aprendido a mirar la vida de una forma diferente, he aprendido que hay que luchar por lo que uno quiere por mucho que cueste, he aprendido que no todos los que dicen ser amigos lo son, que ni el bueno es tan bueno y que ni el malo es tan malo, he aprendido que hay que dar segundas oportunidades a las personas y que tenemos que darnos segundas oportunidades a nosotros mismos para mejorar aquello que un día hicimos mal. 
 En realidad tengo ganas de saber que nos deparará el 2014, y dejar atrás este año de tristezas y de continuos cambios de humor, aunque he de decir que voy a acabar el año un poquito más feliz de lo que estaba cuando empezó. 
 Cada año, hay personas que se van de nuestras vidas para no volver nunca; hay personas que entran en nuestras vidas para irse cuando menos te lo esperas; pero también hay personas que se cruzan en nuestro camino para no irse nunca, y esas, esas personas son las que hay que cuidar para no dejarlas escapar. La vida no para de ponernos obstáculos para que las cosas no salgan como nosotros queremos, pero, ¿qué sería de nosotros si no tuviéramos la suficiente fuerza para poder superarlos y reírnos un poco de los que no quieren que consigamos lo que nos proponemos? 

 Diciembre, sorpréndeme.