Hola de nuevo, hoy no vengo con tanta energía y felicidad como de costumbre, y voy a escribir esto ahora porque siento que si no ya no me va a salir tal y como lo pienso.
Llorar. Llorar es bueno, no te escondas de los demás, si tienes que llorar en público hazlo. ¿No os pasa a veces qué lloráis sin sentido? A mí si, muy a menudo, y probablemente sí que existe un motivo que tenga sentido, sientes que todo se te echa encima y que todo el mundo está en tu contra; cada uno con sus motivos, pero en definitiva todos sentimos lo mismo.
Llorar puede significar tensión acumulada, palabras que nos guardamos, tristeza, alegría, hormonas revolucionadas, dolor... Pero todos necesitamos llorar, aunque sea para renovar lágrimas, no? A veces la situación nos puede, intentamos ser fuertes, y al final por evitar venirnos abajo y desahogarnos llorando aunque sea un ratito pequeño, acabamos pagándolo con las personas que menos se lo merecen, hasta con nuestros padres. Les echamos la culpa de algo que ni siquiera nosotros conocemos, pero lo más importante es saber rectificar y pedir perdón. Creemos que nuestros problemas no tienen solución o que la solución es imposible cuando en realidad lo que necesitamos un simple abrazo y un poquito de cariño.
No os hagáis los duros, ni los fuertes, porque hasta la persona más fuerte, hasta la torre más alta o el castillo más resistente, acaba derrumbándose, ¿Y quién dice que no es para volver a reconstruirse?
See you, Ol.
