miércoles, 9 de abril de 2014

Pasarse de bueno no es bueno.

 Hola! Antes de empezar a hablar más seriamente quiero remarcar que ya he cumplido un año y algunos días escribiendo casi regularmente por aquí y he de decir que ha ido bastante mejor de lo que esperaba, he expresado muchos sentimientos y reflexiones que hablando casi es imposible, pero que de forma escrita es mucho más fácil. La verdad es que me he liberado de muchas cosas, y recibir comentarios buenos acerca de esto me ha ayudado en cierto modo a seguir porque a veces, leer algo con lo que estamos identificados nos ayuda a pensar y a reflexionar; y también a veces leer algo con lo que no estamos de acuerdo nos ayuda a sacar nuestro carácter y dar nuestra opinión y creo que eso es muy bueno. Es cierto que este blog me ha ayudado a salir de momentos difíciles, a tener el valor de escribir cosas muy duras, y a sacar una de las últimas sonrisas a una persona muy importante que por desgracia hoy ya no está conmigo, y que gracias a muchos de sus consejos soy como soy y voy a seguir haciendo esto y escribiendo sobre lo que me venga a la mente.
 Pero ya siendo más precisa, hoy quiero hablar de que la bondad a veces nos perjudica. Hay personas que por naturaleza son buenas, quieren lo mejor para los demás, educadas, no pierden los papeles en sitios donde no los tienen que perder y hablan con educación donde lo tienen que hacer. Esto tiene muchas cosas positivas, porque siempre van a causar una buena imagen a los demás, pero hay que tener en cuenta que todo el mundo tiene días malos, nadie puede ser perfecto siempre, puesto que la perfección no existe, y nadie puede ser siempre correcto porque cometer errores es de humanos. Bien, pues cuando estas personas fallan, se equivocan, o tal vez tienen un mal comportamiento en un momento concreto, la cosa se complica más de la cuenta, porque la gente se sorprende al verte de esa manera, y no se lo esperan, entonces es ahí cuando no piensan en que a lo mejor te pasa algo, o simplemente te has equivocado, y le dan más importancia de la que tiene.
 Por eso yo siempre digo que pasarse de bueno no es bueno, que a veces hay que sacar el carácter que llevas dentro, que los demás se den cuenta de que no pueden tener solo esa imagen de ti y por tanto mal interpretarte. Tienes que enseñar al mundo lo que realmente eres, para que te valoren por tus defectos y tus virtudes, y te quieran por lo que eres de verdad.